30 de Marzo del 2025
Ni ciencia, ni religión, ni política, la magia es puro arte.
Navegando por el vórtice de ideas de las redes sociales me convenzo cada vez más de ello. Ahora la frase del Tao Te Ching cobra más sentido:
«Tira lejos la santidad y la sabiduría,
y la gente será cien veces más feliz.
Tira lejos la moralidad y la justicia,
y la gente hará lo correcto.
Tira lejos la industria y el beneficio,
y no habrá ningún ladrón.»
Odín no me pide santidad, ni moralidad ni justicia, ni producir dividendos; es un dios de guerra y poesía. El tao fluye como la sangre de Kvasir, transformadora e inspiradora en su misterio.
Porque a final de cuentas el alma es pura estética. Los místicos y los filósofos pueden perderse en la enredada metafísica, y pasar vida tras vida tratando de liberarse. El magus busca liberarse en una sola existencia, porque no lo atan las leyes cósmicas o sabe como eludirlas.
Te dirán los pobres mundanos que no es la estética sino una superficialidad despreciable, pues la cultura pop se ha encargado de retorcerla del mismo modo que al pobre amor erótico. Pero un esteta no se guía por sus valores anticuados ni sus entendimientos cortos. A nosotros nos habla la estética hasta los mas profundo del alma. Quizá es porque desde chico siempre me vi más como un artista que como otra cosa, que es la manera que más resuena conmigo.
A pesar de ser tan racional, entiendo cuándo el arte me habla al oído o directo al alma; el arte de verdad tiene esa cualidad corruptora. Se te mete por debajo de la piel y empieza a latir con fuerza. Puede ser algo que nos eleve, que nos engrandezca, que nos haga sentir mejor, que arda en nuestras entrañas, con lo que estemos de acuerdo. Y eso es un lujo, pero no es la única finalidad del arte real.
Porque el arte de verdad también puede generar en el observador algo terrible, ser repulsivo, generar miedo, ser alienante. Al menos en la magia como la entiendo se convierte en una poderosa performance. No pienso en el teatro psicodramatico, más bien pienso en que si vas a ofrecer algo al universo al menos que sea estético.
Si vas a maldecir a alguien que tus palabras sean pronunciadas con el rencor más absoluto y ese escalofrío de una obra bien ejecutada te recorra el espinazo. Trozos cortados con desdén, irregulares, estética de lo feo y lo grotesco, como dijo Rosenkranz, debe hacerte pensar que:
«Ahí abajo es todo terrible y el hombre ni intenta ni deseará nunca jamás ver lo que misericordes los dioses ocultan con la noche y el terror»
Adentrate en ello, y siente un bello escalofrío al contemplar tu obra siniestra.
Y si vas a beneficiar, hazlo con objetos tan hermosos que de solo verlos te transmita la intención benefactora. Desde las forma esconderás el principio de las fuerzas que actúan. Y serás artesano, porque no se trata de llenarlo todo de fluidos y esperar que la magia se haga sola o intercedan los dioses. Si nosotros somos quienes tomamos el papel de dios en el círculo mágico, de preferencia no seamos dioses vagos, sino artísticos. ¿Qué más digno de ser creado que algo estético?
Porque los amuletos no funcionan solo por sus formas, sino en función del poder que les infundas. No es lo mismo comprar una medalla con una cadena, como hace el maguito aburguesado, y consagrar con los elementos; a tejer un collar con hilos especiales, y dedicar una tarde a hacer que se vea como te gusta. No es lo mismo comprar una varita mágica a una bruja dedicada a eso que tomar la rama que mas te guste para hacer tu gandr. Secarla, lijarla, grabarla, pintarla, consagrarla y decorarla.
Me he dado cuenta que cuando los elementos son recolectados con esmero, cuando se los escoge con cuidado, la magia empieza desde el propio acto de pensarse.
¿No podemos hacerlo todo? Ni falta que hace, pero confecciona tus hechizos, para que sean agradables al oído y que las palabras sean la música que guíe los deseos de tu universo subjetivo a la realidad objetiva.
La magia negra es un universo de crecimiento constante y cambio absoluto; de lo que somos a seres cada vez más perfectos. Si tus hechizos fallan, porque a veces fallan, encontrarás la satisfacción del objeto creado y las habilidades ganadas. El crecimiento no esta en el resultado, sino en el camino que recorremos para forjar esa pieza alteradora de la realidad. Cómo apunta Alan Moore en Ángeles Fósiles: política de tierra quemada; dinamitemos los diques.
El alma es estética en el sentido mas puro, tu sensibilidad te hará libre. ¡Reyn til Rûna!
Entonces, mis amigos estetas, mientras afinan la sensibilidad de su espíritu les dejo un ejemplo de lo que digo con la foto de un amuleto y les recuerdo que yo soy Skoggangr y este espacio es producto de mi voluntad.
