15 de mayo, 2025
Hablan las entidades mensajes de amor y paz; a mí me importan un bledo. Dicen que el Diablo espera que nazca su hijo; que no me inviten al baby shower.
Yo no me dedico al estudio de la verdad, eso se lo dejo a los brujos blancos y las magas de luz. Para conocer “la verdad” basta con buscar a un gnostico, o un rosacruz, masón, etc. ellos suelen vender verdades místicas por kilo. Pero no busco la verdad, ni ser sabio, sino que amo la sabiduría y estoy en su eterna búsqueda. Cuando sienta que soy sabio sabré que he fallado de forma catastrófica.
Sé que no hay entidad “superior” a mí, así que no me arrodillo, ni me embeleso con sus mensajes de crecimiento planetario; a lo mejor ni me los creo.
Lo que pasa es que no necesito que el tarot sea una serie de grafías egipcias; me funciona, y por mí pueden ser pedacitos de cartón dibujados en el renacimiento, aunque me gustan mas los de la Golden Down. No necesito que Oðinn me revele las runas en persona. No quiero a una “vidente” que me diga cuales son las sthodur(posturas rúnicas) “correctas”. Elitistas me hablan en términos de dones y linajes; yo soy el mundano que aprendió de magia con su esfuerzo y su intelecto. Ancianas metafísicas me quieren enseñar a mover energía de la “manera correcta”. Los santurrones exigen equilibrio, pero yo soy oscuridad y en el frío del invierno crezco. Cuando perezco soy mas grande; fructifico en luna nueva y renazco con el plenilunio. Bajo esa tenue luz construyo mi propia sabiduría, basado en viejos textos; mas preguntas y adaptaciones que reconstrucciones.
Cuando escucho relatos de contactados no dudo de ellos sino de sus mensajeros y sus mensajes de sumisión. Porque ellos son infinitamente mas bueno, o infinitamente mas avanzados. Es el orden natural de las cosas. Y me suena demasiado humano, y para filosofías demasiado humanas ya tengo la mía. «¡Pero son de parte de seres superiores, extraterrestres!». Al analizarlo con detenimiento no supera la prueba del «¿Y qué?» Qué hagan lo que les convenga, yo ofrendo estos mensaje a la serpiente de Midgard para que las devore. Buscamos el espacio físico.
Mi pacto con mis dioses, mi relación con ellos, no es de sumisión sino de complicidad. Susurros de Oðinn, besos de Freyja, tragos de Hela, augurios de Jörmungandr, son míos, para mí, los escondo, los guardo con secretismo. Enseñanzas sin valor fuera de mi vida o mi trabajo especifico. No van a llevar a la humanidad al siguiente nivel, ni quieren cambiarles los grilletes por unos mas relucientes. No nos interesan las causas comunes. No hay causa más grande, más noble, más verdadera, que mi causa; a menos que no seas yo.
Oðinn, Freyja, Hela, Jörmungandr, los respeto como mis iguales. Me imagino un tiempo no lineal, donde pasado-presente-futuro ocurren al mismo tiempo, en todas su posibilidades. Ustedes me conocen ahora y me conocieron antes y me conocen en el futuro que busco. Por eso me inspira Oðinn, y me susurra secretos propios y Hela me enseña a amar la vida en su justo equilibrio. Por eso mismo Freyja me enseña a desear y Jörmungandr desata el caos creador. Me gusta creer que la admiración y el respeto es mutuo, amigos, maestros, señores de sí, testigos de mí. ¡Skál!
Gotitas de veneno:
El acto mágico no siempre es ritual, a veces es simbólico y todo el poder transformador de la realidad puede guardarse en una pregunta. Esto es lo que se conoce como formula magia. Una de las más poderosas que conozco es la formula “¿Y qué?” de James Lewis y referida por Michael Kelly en Apofis. Se basa en que cuando nuestro trabajo espiritual nos lleve a revelaciones rimbombantes las analicemos con calma y nos preguntemos “¿Y qué? ¿Cómo esta información mejora mi trabajo espiritual?” Si no nos ayuda en nada lo mejor es descartarla. Tengo un ejemplos extraño, recuerdo la vez que a través de varios sueños y culminando en una meditación, recibí la información de que una vida pasada morí de un balazo en la cabeza. La sensación fue impactante y la intuición de la realidad de esta revelación, incluso el miedo y la sensación. Fue algo impactante, pero ¿Y qué? No me es util en lo más mínimo y no voy a desperdiciar tiempo en conocer mas de aquel pobre infeliz, no me da mas poder, no me hace crecer. Lo descarté. Así hay otros ejemplos menos espectaculares, pero con resultados similares.
Espero que encuentres utilidad en esta formula mágica. Soy Skoggangr, el que busca sabiduría en los lindes, les recuerdo que este espacio es producto de mi voluntad. Y si al terminar de leer esto no sabes que hacer o que quise transmitir, pregúntate: ¿Y qué?
¡Reiyn Til Rûna!
